Hola amiguitos. Soy consciente de que últimamente el blog ha estado abandonado a su destino como un náufrago se abandona a la mar... pero he de alegar que no son las mejores fechas para manejar bien el tiempo propio ni para estar en condiciones de salud óptimas. En cualquier caso, ha sido un pequeño parón en el que he podido visionar el cierre de la trilogía del defenestrado agente secreto Jason Bourne en "El ultimátum de Bourne - Paul Greengrass, 2007".

La trilogía de Bourne comienza con "El caso Bourne - Doug Liman, 2002", una cinta basada en "Conspiración terrorista: El Caso Bourne - Roger Young, 1988", protagonizada por Richard Chamberlain, el famoso protagonista de "El Pájaro Espino". La película no alcanzó la fama de su sucesora, pues la protagonizada por Matt Damon alcanzó un excelente nivel de crítica y una muy buena acogida, con buenas escenas rodadas en Europa, acción comedida e inteligente y un argumento complejo pero comprensible. Una buena mezcla que sumado a un casting nada modesto (Franka Potente, Crish Cooper, Clive Owen y demás) hacen de esta primera parte un referente en el mundillo del cine que mezcla la acción policial con la sofisticada tecnología.

Sin embargo, en la tercera entrega Bourne se luce. "El ultimatum de Bourne - Paul Greengrass, 2007" es la conclusión de la saga y posiblemente la mejor película de las tres, y una de las mejores que ha protagonizado Matt Damon. Desde Moscú a Madrid pasando por Londres, Tánger y Nueva York, la acción mantiene en tensión casi constante al espectador, consiguiendo un genial thiller policíaco a la altura de los mejores. La calidad técnica del rodaje y el buen hacer en el guión y las actuaciones, hacen de esta una notable película, que si bien no pasará a la historia como un clásico, sí que será recordada por los aficionados al género.
En esta trilogía Bourne rescata la figura del superagente secreto, aunque de una forma más oscura y conspiratoria que otros como James Bond o el agente Ethan Hunt. Una buena trilogía que ningún amante del cine debería perderse.
Hasta la próxima.