No es extraño que las películas más taquilleras de cada semana estén perfectamente publicitadas por las caras bonitas que en ellas aparecen. Hordas de hormonados/as adolescentes se abalanzan a las pantallas para ver a sus ídolos, con sonrisas perfectas y cuerpos diez. Los noventa se vieron fuertemente marcados por el fenómeno 'Titanic' que eyectó a la fama a Leonardo DiCaprio, convirtiéndose en todo un mito y un ídolo de las adolescentes. Otros actores como Ethan Hawke, Freddie Prince, Tom Cruise o Josh Harnett también se convirtieron en ídolos y portadas de revistas para adolescentes, pero sus carreras como actores quedaron congeladas cuando se requería más que un hermoso rostro.
Uno de los adalides del "cine de adolescentes" era Brad Pitt, ocupando todas las semanas portádas y páginas de revistas y siendo uno de los grandes iconos de los 90. "Leyendas de Pasión - Edward Zwick, 1994" fue una de las catapultas hacia el mundo de los llantos juveniles y del fenómeno "fan". Sin embargo, tras "Entrevista con el Vampiro - Neil Jordan, 1994" que protagonizó junto a Tom Cruise, Brad se embarcó junto con el siempre genial Morgan Freeman en una de las grandes películas de culto, "Seven - David Fincher, 1995" consiguiendo una muy buena crítica y dejando de lado su condición de guapo en pos de mejorar su calidad interpretativa.
Pero no fue este su techo. Con melenas e interpretando a un hilarante personaje consigue una gran aparición en "12 Monos - Terry Gilliam, 1996" y en ese mismo año en la dramática "Sleppers - Barry Levinson, 1996". Tras estos frenéticos años repleto de trabajos baja un poco el listón hasta llegar a una de sus mejores películas, una de esas maravillas del cine inclasificable: "El Club de la lucha - David Fincher, 1999". Con este papel definitivamente se consagra como uno de los grandes actores de Hollywood acompañado por el genial Edward Norton.
Posteriormente, en buenas películas como "Snatch - Guy Ritchie, 2000" y "Ocean's Eleven, Steven Soderbergh, 2001" su faceta como actor de comedia se recalca y se comienza a convertir en un personaje realmente camaleónico hasta llegar a la cumbre con esas dos películas que hacen olvidar por completo sus inicios como actor de foto fácil y sonrisa perfecta: "Babel - A. G. Iñárritu, 2006" y "El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford - Andrew Dominik, 2007"
Estas dos joyas del drama lo dejan a una altura en la que muy pocos actores pueden llegar y tan solo un puñado puede aspirar. En definitiva Brad Pitt es más que una cara bonita, más que una portada y mucho más que un mito de quinceañeras. Es un claro ejemplo de como un actor puede evolucionar, mejorar y pulirse como un buen diamante en bruto hasta llegar a marcar historia en el cine y ser uno de los actores más reconocidos y respetados (aun con su juventud) de Hollywood.
Uno de los adalides del "cine de adolescentes" era Brad Pitt, ocupando todas las semanas portádas y páginas de revistas y siendo uno de los grandes iconos de los 90. "Leyendas de Pasión - Edward Zwick, 1994" fue una de las catapultas hacia el mundo de los llantos juveniles y del fenómeno "fan". Sin embargo, tras "Entrevista con el Vampiro - Neil Jordan, 1994" que protagonizó junto a Tom Cruise, Brad se embarcó junto con el siempre genial Morgan Freeman en una de las grandes películas de culto, "Seven - David Fincher, 1995" consiguiendo una muy buena crítica y dejando de lado su condición de guapo en pos de mejorar su calidad interpretativa.
Pero no fue este su techo. Con melenas e interpretando a un hilarante personaje consigue una gran aparición en "12 Monos - Terry Gilliam, 1996" y en ese mismo año en la dramática "Sleppers - Barry Levinson, 1996". Tras estos frenéticos años repleto de trabajos baja un poco el listón hasta llegar a una de sus mejores películas, una de esas maravillas del cine inclasificable: "El Club de la lucha - David Fincher, 1999". Con este papel definitivamente se consagra como uno de los grandes actores de Hollywood acompañado por el genial Edward Norton.
Posteriormente, en buenas películas como "Snatch - Guy Ritchie, 2000" y "Ocean's Eleven, Steven Soderbergh, 2001" su faceta como actor de comedia se recalca y se comienza a convertir en un personaje realmente camaleónico hasta llegar a la cumbre con esas dos películas que hacen olvidar por completo sus inicios como actor de foto fácil y sonrisa perfecta: "Babel - A. G. Iñárritu, 2006" y "El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford - Andrew Dominik, 2007"
Estas dos joyas del drama lo dejan a una altura en la que muy pocos actores pueden llegar y tan solo un puñado puede aspirar. En definitiva Brad Pitt es más que una cara bonita, más que una portada y mucho más que un mito de quinceañeras. Es un claro ejemplo de como un actor puede evolucionar, mejorar y pulirse como un buen diamante en bruto hasta llegar a marcar historia en el cine y ser uno de los actores más reconocidos y respetados (aun con su juventud) de Hollywood.
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