A lo largo y ancho del mapamundi el hambre, la miseria y la muerte se expanden. El halo de dolor que emanan desde lejos se estrella contra las murallas del olvido del primer mundo como las olas sobre la roca. Decenas de países repartidos en Asia y África en su mayoría sufren todavía las consecuencias de conflictos recientes. Desde Somalia a Kosovo, desde Colombia a Birmania... por todo el planeta la gente sufre las consecuencias del despotismo, los intereses y el olvido.
La incapacidad del primer mundo para solucionar la desgracia de aquellos que son gobernados por criminales o han padecido las miserias del hambre y las enfermedades, parece ser deliberada mientras no exista petróleo de por medio.
Hoy no hay cine, no hay música, no hay libros. Hay sangre y dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario