Hace ya 77 años que nació en San Francisco, California el que hoy es uno de los más míticos actores de Hollywood de todos los tiempos y uno de los mejores directores de esta época: Clint Eastwood.
Los tres primeros papeles de Clint en el cine han sido (y serán) tres películas de referencia del western (y que J.Wayne nos perdone) que crean el subgénero del "Spaghetti Western" y suponen un inicio estelar en la gran pantalla bajo la dirección del genial Sergio Leone y con la ya legendaria ambientación musical de Ennio Morricone, creando un trío y una trilogía inolvidables: "Por un puñado de dólares - Sergio Leone, 1964", "La muerte tenía un precio - Sergio Leone, 1965" y "El Bueno, el Feo y el Malo - Sergio Leone, 1966". La trilogía del hombre sin nombre, del pistolero rubio y letal, rápido y silencioso, y sobre todo duro como el acero y frío como el hielo. La imagen de Clint se forjaba pronto y perduraría casi hasta el presente.

Pero pronto cambiaría Clint. Bajo esas eternas arrugas de acero y ese insalvable adarve de dureza se encontraba un director de una sensibilidad pasmosa, que dejó su primera y genial huella en "Sin Perdón - Clint Eastwood - 1992", filme que le valió para conseguir la nominación al Oscar a mejor actor y ganar las de mejor película y mejor director, una hazaña a la altura de pocos. Posteriormente sigue fraguando su nueva faceta de director cuidadoso y con gran control sobre las emociones que nos envía en "Un mundo perfecto - Clint Eastwood, 1993", un genial drama protagonizado por Kevin Costner que a nadie puede dejar indiferente. Pero sería en 1995 cuando el viejo Clint sienta la base para una de las grandes películas de la historia, un mítico drama de una ternura y sensibilidad que muy pocos han conseguido siquiera vislumbrar, la debilidad de un servidor y una obra maestra de la interpretación y la dirección: "Los puentes de Madison - Clint Eastwood, 1995" que se alzaba con el Globo de Oro al mejor director. Posteriormente la estela de Eastwood se debilitó y se redujo considerablemente, en dos obras de medio nivel como "Medianoche en el jardín del bien y del mal - Clint Eastwood, 1997" y "Space Cowboys - Clint Eastwood, 2000". La carrera de Clint parecía algo más oscurecida y no se vislumbraba en sus películas la magnificencia de las tres anteriores.


Mucho hemos dicho sobre Clint y otro tanto se nos queda en el tintero. Sin duda Clint se ha labrado una carrera digna de los mejores, tanto delante como detrás de una cámara. A sus 77 años dice no sentirse cansado y que no ve motivo para dejar las cámaras. Desde aquí, te lo agradecemos.
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