22/11/08

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(5α,6α)-7,8-didehydro-4,5-epoxy-17-methylmorphinan-3,6-diol diacetate

La composición química de la heroína no es cosa de niños. Una alteración química de la morfina transforma a este opiáceo en una de las drogas más potentes y adictivas que existen. El Nueva York de los setenta o la propia España de los ochenta, son ejemplos claros de como la heroína agarra y destroza a sus presas sin piedad, causando una voraz adicción y un deterioro físico y psicosocial evidente y raudo.

Sin embargo, sus efectos a corto plazo, como la euforia, evasión y sedación y su particular forma de ser ingerida (intravenosa) la convierten en una droga con cierto misticismo que el cine ha recogido durante varios años en numerosas películas.

No se puede hablar de drogas y cine sin mencionar la afamada película de Darren Aronofsky: Requiem por un sueño. Una magnífica película tan cruda como directa. Desde la televisión a la heroína se nos ofrecen sin ambages los efectos de las drogas en un grupo de tres jóvenes y la madre de uno de ellos.

Otro de los iconos del cine en el ámbito de las drogas y en particular de la heroína es Trainspotting, que con Ewan McGregor a la cabeza nos muestra desde un punto de vista entre la comedia y la decadencia los problemas con la heroína y la situaciones que los envuelven siempre relacionados con la droga. Otra película cruda pero que se ha convertido en cine de culto con el paso del tiempo.


En España también hay cine relacionado con la dama blanca, como la película de Heroína, que hace buen uso del juego de palabras para mostrarnos una batalla con pocas esperanzas para derrotar al pequeño universo de drogas que la rodea.

Para acabar, mencionaremos algunas películas que sin tratar abiertamente los problemas con la heroína, es cierto que esta juega un componente fundamental o al menos importante, tanto en la historia como en la caracterización de los personajes. Véase por ejemplo Ray, la biografía de Ray Charles fuertemente marcada por su adiccío, una adicción que aparece incluso en películas tan tiernas como Pequeña Miss Sunshine, o en esas leyendas del cine moderno como Pulp Fiction.

No podemos olvidar tampoco American Gangster, la penúltima gran obra de Ridley Scott que nos enseña el duro y problemático Harlem de los setenta.


Aunque la heroína se vendiese a principios de siglo como un supresor de la tos por parte de Bayer y luego como una forma de desengancharse de la morfina, su historia deja tras de sí un buen reguero de muertes, decadencia y miseria. Por eso, aunque tratemos el tema con laxitud y despreocupación, bien merecería una entrada más seria hablando de los problemas crudos y reales que ha causado durante la historia. Una historia cruda. Directa. En vena.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Poquísimas personalidades fuera de la esfera musical ejercieron tanta influencia sobre el rock como el novelista William Burroughs. Un outsider provocador y controvertido, que vivió el R&R Way of Life años antes de que siquiera se inventara esa música, y que existió en los bordes de la sociedad en una niebla de drogas, armas y violencia, permaneciendo como el santo patrono de la vanguardia hasta el día de su muerte. Su obra combina la fuerza visionaria con la sátira libertaria; en lo formal, se caracteriza por el uso de técnicas innovadoras como el montaje, el collage, la escritura automática y el libre fluir de la conciencia. Y además, esta especie de profeta bíblico en ácido tuvo el mérito de ser muy bien leído por gente como Bob Dylan, John Lennon, Frank Zappa, Lou Reed, Tom Waits, William Gibson, Bruce Sterling, Joaquín Sabina o el Indio Solari...
En sus páginas abundan entidades no humanas, demonios, extraterrestres que él no ve y espíritus de diversa especie que sí ve.“Una vez pregunté en un sueño a un espíritu maligno italiano ‘¿quién eres?’ Y él se reía y se reía, y siguió riéndose en una laguna oscura de mármol contra un decorado italiano y era deliciosamente maligno”.
Tras ocuparse en varios oficios (periodista, exterminador de cucarachas) y un breve paso por el Ejército, se radicó en Nueva York, donde medró en la clandestinidad de los homosexuales y los drogadictos de la época. Hacia 1944 conoció allí a las futuras figuras de la Generación Beat como Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Lucien Carr, así como a quien luego sería su esposa, Joan Vollmer, con la que se casó en 1946 tras divorciarse de su primera mujer (una refugiada alemana de origen judío, con la que se había casado con el solo fin de asegurarle un permiso de residencia en Estados Unidos). La amplitud de su cultura y bagaje de experiencias fueron en extremo inspiradoras para el resto del grupo.

A pesar de ser mayor que los demás, Burroughs todavía tenía que comenzar a escribir, como ya Kerouac y Ginsberg habían hecho. Finalmente completó "Junkie", editada en 1953, una historia autobiográfica sobre su adicción a la heroína, firmada con el seudónimo de William Lee y publicada por Ace Books, donde refulgen sentencias como "He aprendido la ecuación de la droga. La droga no es como el alcohol o la hierba, un medio para incrementar el disfrute de la vida. La droga no proporciona alegría ni bienestar: es una manera de vivir".

Anónimo dijo...

Hoy un señor me pidió dinero, por favor, para drogarse. Fin.
La historia no incluye generaciones de artistas decandentes, aunque la realidad resulta mucho más dura por ser ella misma.

Anónimo dijo...

La realidad también nos dice que no sólo los vagabundos y los yonkies de chandal sucio y roto se pican la vena, sino que también musicos, pintores, escritores y gente snop de diversa índole.

Anónimo dijo...

Sí, los snops suelen hacerlos. Se meten nerohina, mocaina, pextasis y demás.

Anónimo dijo...

snoBs..miñas desculpas polo erro ortográfico...

Anónimo dijo...

De blog en blog y tiro porque me toca.
De Enrique San Francisco a Sigmund Freud pasando por Britney Spears...
No lo recomiendo como buen cine, pero hay unas cuantas películas españolas de Eloy de la Iglesia que hablan de todo esto. "El pico", "La estanquera de Vallecas" y un par de ellas más. La mitad del elenco murieron de sobredosis, no durante la película claro xD.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

EL deshecho social en que me he convertido te saluda.
(Puaj)